Los años dorados pueden ser una época de libertad y exploración, pero también pueden implicar cambios físicos como adelgazamiento del cabello, arrugas, manchas de la edad y otros signos de envejecimiento de la piel.
Que los años no te hagan verte como un extraño, aprende a prevenir los daños a la salud y actúa para vitalizar tu piel.
¿Es consciente de la transformación que sufre su piel con el paso de los años? Algunos ancianos tienen arrugas más marcadas que otros, mientras que otros pueden tener la piel más flácida. Los cuerpos son muy diferentes, pero merece la pena tomar medidas preventivas para conservar la salud y la belleza.
Los tipos de piel más viejos pueden tener manchas secas en codos, pantorrillas y brazos. Estas manchas pueden resultar ásperas y escamosas.
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Los medicamentos también pueden influir en el tacto de la piel. La delgadez de la piel de las personas mayores puede provocar heridas. El rascado puede provocar hemorragias que, si no se tratan, pueden dar lugar a infartos.
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Los hematomas son más frecuentes en las personas mayores. Como la piel está menos protegida, un hematoma morado-verdoso tarda más en curarse. Los medicamentos y las enfermedades también pueden influir en la sensibilidad a los hematomas.
Hable con su médico sobre sus hematomas si son recurrentes y no está seguro de cómo se los produjo.
La mayor preocupación del envejecimiento son las arrugas. Su aparición se debe a factores ambientales, como los rayos UV del sol, que restan elasticidad a la piel. La gravedad y los malos hábitos también dañan la piel.
La prevención precoz puede disminuir las arrugas pronunciadas de su rostro, pero sepa que hacer desaparecer las arrugas es casi imposible.
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También conocidas como "manchas del hígado", las manchas marrones planas suelen estar causadas por años de exposición al sol. No deben confundirse con las pecas, son más grandes y las zonas comunes son la cara, las manos, los brazos, los pies y la espalda.
El uso de protección solar puede ayudar a proteger la piel de los dos tipos de rayos solares: los UVA y los UVB.
Los papilomas cutáneos son pequeñas protuberancias de color carne que suelen aparecer en las personas mayores, sobre todo en las mujeres.
A menudo en los párpados, el cuello y pliegues corporales como la axila, el pecho, debajo del pecho, los genitales y la ingle.
Ambos son inofensivos, pero los papilomas cutáneos pueden resultar irritables. Consulte a su médico si está preocupado y desea eliminarlos.
En Estados Unidos, el cáncer de piel es frecuente; uno de cada cinco estadounidenses desarrollará un cáncer a lo largo de su vida. Las lámparas solares y las cabinas de bronceado aumentan las posibilidades de padecer cáncer de piel. Todo el mundo está en riesgo, independientemente del tono de piel. Las personas de piel clara y pecosa tienen mayor riesgo de padecer cáncer de piel.
La curación es posible cuando se trata antes de que se extienda al resto del cuerpo.
Tipos de cáncer de piel
Revise su piel todos los meses para observar cualquier cambio. El cáncer de piel no suele ser doloroso. Los nuevos crecimientos, las llagas que no cicatrizan o las hemorragias requieren más atención médica.
Sigue la búsqueda del "ABCDE" de lunares, marcas de nacimiento y otras partes de la piel.
A de Asimetría - el crecimiento tiene dos mitades diferentes
B de Fronteras irregulares
C de Cambios de color o más de un color
D es para Diámetro mayor que una tachuela de pulgar
E de Evolución: cambios de tamaño, forma, síntomas, superficie y tonos de color.
La constante predicación sobre la protección solar se debe a que la luz ultravioleta (UV) del sol daña las fibras de elastina de la piel.
Estos daños hacen que la piel se descuelgue, se estire y pierda elasticidad. Por eso, los años de bronceado y exposición sin protección cambian la funcionalidad de la piel y provocan hematomas y desgarros que tardan más en curarse.
Las consecuencias no se verán cuando seas joven, pero sí cuando seas mayor.
El daño solar es difícil de deshacer, pero a veces la piel puede repararse a sí misma. Por eso, nunca es tarde para empezar a proteger la piel. Compra un protector solar con un FPS de 30 o superior para retrasar los cambios asociados al envejecimiento protegiéndote del sol.
Y aunque sea una molestia, vuelve a aplicarlo cada dos horas o antes, sobre todo si estás en un entorno húmedo.
Además, los pliegues de la piel que rozan entre sí pueden provocar irritaciones, ampollas, rozaduras, erupciones cutáneas e infecciones.
Sin embargo, no deje que unas cuantas arrugas le quiten la alegría de expresarse. Reír es una buena dosis de felicidad.
Prueba una postura para dormir que no afecte a la piel de tu rostro.
Las sustancias químicas cancerígenas del humo del cigarrillo pueden dañar el colágeno, la elastina y otras proteínas de las células de la piel.
Fumar provoca vasoconstricción -estrechamiento y estrechamiento de los vasos sanguíneos-, lo que limita el aporte de oxígeno y nutrientes a las células de la piel.
Este daño puede manifestarse de muchas formas, como pérdida de luminosidad de la piel, pigmentación, líneas finas y tono apagado, produciendo una cara de fumador.smoker?s face.?
Por último, fumar también aumenta la producción de radicales libres, moléculas inestables que desencadenan la inflamación y el estrés oxidativo, dañando aún más las células de la piel.
Fumar es una de las causas más importantes y evitables de una piel poco saludable.
Nadie sugiere vivir como un vampiro. Una cantidad moderada de sol beneficia la salud, pero hay que ser inteligente cuando se pasa tiempo al aire libre.
Evite las horas punta para protegerse de los rayos más intensos del sol. Los días nublados no son un pase libre para saltarse la protección solar. Puedes quemarte bajo el agua en la piscina, el lago o el océano.
Proteja su piel durante todo el año aplicándose crema solar entre 15 y 30 minutos antes de salir. Un protector solar de amplio espectro le proporcionará la máxima protección. UVA y UVB. La radiación UVA es responsable del envejecimiento de la piel, mientras que la UVB provoca quemaduras solares y cáncer de piel. Ambas dañan el ADN de las células cutáneas.
Los protectores solares absorben o reflejan los rayos UV, impidiendo que penetren en la piel y causen daños. La protección solar reduce el riesgo de cáncer de piel, quemaduras solares y envejecimiento prematuro, mejorando la salud general de la piel.
Un atuendo adecuado protegerá tu piel del sol. Un sombrero de ala ancha protege el cuello, las orejas, los ojos y la cabeza. Las gafas de sol deben bloquear entre el 99% y el 100% de los rayos solares. La ropa debe ser ligera, larga y holgada, con mangas largas, faldas y pantalones.
Las camas de bronceado emiten radiaciones UV que dañan la piel, aumentando el riesgo de desarrollo de cáncer de piel. Considere la posibilidad de utilizar productos bronceadores sin sol que contengan ingredientes como la dihidroxiacetona para dar a la piel un bronceado de aspecto natural.
Es importante señalar que el coste de la protección solar no debe ser un obstáculo para su uso. Hay que animar a las personas a que protejan su piel de todas las formas posibles.
Siempre merece la pena invertir en un protector solar de alta calidad, ya que los beneficios de mantener una buena salud de la piel y evitar el cáncer de piel a largo plazo superan el coste de una sola aplicación de protector solar.
A medida que envejecemos, nuestra piel experimenta cambios que pueden ser difíciles de revertir.
Sin embargo, la tecnología de cuidado de la piel AETHEION® ofrece una solución para combatir los signos del envejecimiento. Gracias a su tecnología redox patentada, los productos AETHEION® reducen la oxidación de la piel transfiriendo electrones de un estado radical a un estado normal sin estrés.
Esta tecnología de vanguardia simula un efecto de superóxido dismutasa iónica de zinc-cobre, lo que se traduce en una piel más tersa y rejuvenecida.
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