Con el aumento de la obesidad infantil y la desaparición de la educación física en las escuelas estadounidenses, el ejercicio para los niños se está convirtiendo en un tema candente. Aunque el ejercicio siempre ha sido importante en todas las etapas de la vida, hoy en día puede ser más difícil mantener a nuestros hijos sanos.
La actividad física regular es una parte indispensable de un estilo de vida saludable a cualquier edad, pero es especialmente importante para los niños. El ejercicio para los niños no sólo les ayuda a crecer más fuertes y sanos, sino que también fomenta habilidades fundamentales para la vida.
Incluso los niños de tres años son capaces de desarrollar músculos fuertes si participan en actividades físicas. Los niños que hacen ejercicio con regularidad suelen tener una mayor autoestima, un mejor rendimiento académico y unas habilidades sociales más fuertes, incluida la capacidad de trabajar bien con los demás.
Anime a sus hijos a que empiecen a realizar actividades físicas a una edad temprana. Empiece con algo pequeño, como ir andando al colegio, si es posible, y aumente gradualmente el nivel de actividad con el tiempo.
Haz ejercicio con tus hijos o ayúdales a encontrar un deporte organizado que les guste. Otras actividades al aire libre, como montar en bicicleta o jugar al pilla-pilla, son formas estupendas de que los niños hagan ejercicio y se diviertan al mismo tiempo.
Convierta el ejercicio regular en una actividad familiar e idee formas creativas de trabajar juntos en la forma física. Por ejemplo, jueguen a atrapar un balón de fútbol, practiquen volteretas o bailen por la habitación al ritmo de la música.
Algunos beneficios del ejercicio para los niños son:
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños hagan al menos una hora de ejercicio al día. Si no está seguro de qué tipo de actividades son adecuadas, considere cosas como correr por el patio, perseguir una pelota o montar en bicicleta durante al menos media hora.
Si llevar la cuenta del tiempo le resulta demasiado difícil, anime a sus hijos a jugar activamente todo el tiempo que puedan a lo largo del día. No piense que porque su hijo esté en la escuela primaria el ejercicio es menos importante. Los requisitos de educación física en la mayoría de los estados han disminuido a lo largo de los años, por lo que es posible que su hijo no realice tanta actividad física en la escuela como usted podría pensar.
Demasiados niños estadounidenses no hacen el suficiente ejercicio físico que necesitan para mantenerse sanos. La obesidad infantil va en aumento, y el número de niños con sobrepeso se ha más que duplicado en los últimos 30 años. Aunque hay muchos factores, como las dietas poco saludables, que contribuyen al aumento de la obesidad, muchos expertos culpan al sedentarismo.
El estilo de vida actual, impulsado por la tecnología, que incluye pasar más tiempo frente al televisor y la pantalla del ordenador en lugar de realizar actividades físicas, hace que los niños pasen más tiempo inactivos que nunca. Los niños que no hacen suficiente ejercicio no sólo engordan, sino que también son más propensos a desarrollar enfermedades graves como la hipertensión.
Además de participar en la actividad física regular, un niño necesita comer alimentos nutritivos para mantener una buena salud. En el mundo acelerado en el que vivimos, muchos padres recurren a las comidas de los restaurantes de comida rápida o a cocinar comidas preenvasadas y procesadas para ahorrar tiempo.
Otros tentempiés azucarados y preenvasados están siendo sustituidos por frutas y verduras frescas. Los niños beben más zumos, refrescos o leche con chocolate que leche sola o agua. La alimentación poco saludable no sólo conduce a la obesidad, la falta de energía y las enfermedades, sino que también provoca caries. Es necesario que más niños vuelvan a disfrutar de comidas y meriendas naturales y saludables.